Polvo; livianísimo.

Me deshago.

Me desintegro.

Tocarme es como coger un puñado de arena que se resbala entre los dedos.

Una amapola a la que se le caen los pétalos si se tira demasiado fuerte para arrancarla.

Me destruyo y mis pedazos vuelan.

No me rompas; no sabré pegar de nuevo los trozos.